miércoles, enero 07, 2004

Oops!...He did it again.

Jairo Calixto Albarrán es el ganador del premio a la columna más idiota del día (galardón que disputa todo el tiempo, pero que no había recibido porque no se había instaurado este reconocimiento a la estolidez escrita) por la tontera que escribió hoy en Público-Milenio :

    «[…] Pero hablando de este enojoso asunto aeropuertario, ¿no han sido muy excesivos los lamentos de aquellos que no han dejado de chillar por los controles de seguridad de Estados Unidos? Ya hasta quieren que intervenga Derechos Humanos. Es curioso, pero estos mismos quejosos son los mismos que nunca se han quejado por las humillaciones a las que se someten con todo gusto cada vez que van a renovar la visa a la embajada yanqui para poder irse de shopping. […]»

Ahora resulta que si alguien aguanta humillaciones en un lado las tiene que tolerar en todos, si esa es la lógica con la que Jairo cotidianamente procesa la información que edita en Milenio, pobre diario. El muy excesivo Calixto Albarrán espera que las personas no se lamenten ni chillen por el trato aeroportuario porque ellos se someten con todo gusto a vejaciones en la embajada estadounidense. ¿Quién le dijo a ese tarado que la gente que saca su visa recibe gratamente el trato deseñoso de las instancias diplomáticas y consulares de la Unión Americana? Claro, en su naca visión del universo, todo aquel mexicano que puede irse de shopping a Estados Unidos debería negarse esa posibilidad y solidarizarse con el resto de los compatriotas que verían satisfecha su envidia al percatarse de que los demás se fastidian como los pobres. ¡Qué consuelo más cretino!

Qué bueno que la gente se queja en la CHDH de los abusos que realizan las autoridades mexicanas, resulta obvio que los medios para defenderse de los malos tratos de los diplomáticos estadounideses son menos efectivos porque las autoridades de ese país pueden discrecionalmente negar visas a los quejosos que protesten por su conducta. Calixto Albarrán no entiende esto porque difícilmente distingue su pie derecho del izquierdo y su mano de la nariz.

A fin de cuentas, la volvió a hacer (regarla), como si fuera discípulo de Britney Spears. Lo peor de todo es que a Jairo Calixto Albarrán lo ponen en la página 2 de Público-Milenio. ¿No hay manera de que lo escondan en la sección de sociales?

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