viernes, febrero 17, 2006

Óscar Constantino Gutiérrez

Carta abierta a un gerontócrata abusivo



C. Don Matusalén de la Satrapía

Departamento de Disfrute de la Nómina

Avenida Malaentraña 666

Fraccionamiento Colinas del Déspota



Don Matu,

El motivo de este texto es recordarle que, a pesar de que usted se sienta protegido por las viejas (of course) prácticas políticas del sistema mexicano, la realidad es que vive en una urna de cristal y todo lo que hace es vigilado. Su guardián se llama rendición de cuentas y parece que no lo quiere dejar en paz. No importa que usted tenga amigos secretarios de estado o legisladores, en este país hasta los hijos de la señora Marta están bajo la lupa.

Ya sé que eso lo tiene sin cuidado, basta con que truene los dedos y sus abogados están listos para promover juicios, recursos y amparos de todos los colores y sabores. No importa que se gaste miles de pesos para dejar de pagar 10 centavos, lo trascendente es que a usted nadie le va a decir qué hacer, porque a Don Matusalén de la Satrapía y Caudillo –cuarto Barón de la Herrschaft feudal de Acámbaro de los Camotes- ningún ciudadanito de cuarta le va a enmendar la plana: Finalmente quien paga sus desplantes autoritarios es el patrimonio público. Así, igual que su abuelito Don Luis, después de usted el diluvio, ¿verdad, don Matu?

Sin embargo, después de ver cómo le fue a sus similares (no me refiero a Montiel, usted no se junta con esa chusma, ya, ya), no es razonable que guarde tanta calma. ¿Se ha dado cuenta que cada día hay más personas que se sienten ofendidas por su conducta? Lo más malo para usted es que ellas ya no se quedan calladitas: Las demandas y quejas en su correo ya superan en tamaño a sus números en archivo de Tyranny and leisure (oiga, ya tire tanta revista, al rato no va a poder pasar por la puerta de su oficina). Por pura probabilidad, en una de esas no lo van a poder salvar de una sentencia condenatoria.

Obviamente disfruta con su fastidio a la gente (¿qué más puede hacer, si ni en su casa lo aguantan?), con abusar de su poder y darle vigencia a la máxima de que más vale ser temido que amado. Ándele, lo grave es que el temor se fermentó en odio y ya conspiran a sus espaldas, urden complots para destituirlo, se reúnen para darle una sopa de su propio chocolate. De plano gacha su calaca molacha, diría un clásico de la naquez literaria.

¿Por qué desprestigia a la gente de la tercera edad? Vamos, con tanto abuelito noble, sabio y agradable, ¿por qué hacer la rutina del hermano odioso de Nerón? En fin, el consejo está dado, luego no se queje de las consecuencias de su ruin proceder. Mientras tanto, disfrute de los últimos días de su reino del abuso, no crea que es eterno: Hasta a la dictadura de Pinochet le llegó su fecha de jubilación.

Que tenga buen día.

oscarconstantino@gmail.com

No hay comentarios.: